Ella está donde estuvo
el hueco que de siempre la
contiene.
Más allá de su piel
es todo alrededor, acecho, onda
que orbita el ardoroso
tábano del deseo.
Sustantiva, suspensa,
ella está en ese hueco de su
arcano,
matriz del universo, hecha
materia que limita con su imagen.
Se agosta el paraíso. Acude el ángel
severo del otoño con su espada
de fuego a marchitar
en su ambición la carne
y ella sigue en su sitio sin estar,
contenida en el hueco
de su propio vacío,
salvada por su forma.
Atreve ya tu boca.
Pronunciarla o comerla es ya lo
mismo.
Palabra es cuanto queda, piel acaso
de la divinidad. Todas son una
las manzanas del árbol.
De Raíz de la materia. 2011
De Raíz de la materia. 2011